diumenge, 8 de març del 2015

PREVENCIÓN 

Es de gran importancia la prevención de cualquier tipo de trastorno del habla. En nuestro caso, la dislalia, forma parte de las etapas de desarrollo del lenguaje de Educación Infantil y aunque no existe una edad fija de superación, generalmente a partir de los cinco años debe de haberse corregido de forma espontánea los errores articulatorios. Por tanto, es recomendable poner en marcha una serie de estrategias para prevenir las dislalias con la finalidad de evitar que las dificultades persistan durante años posteriores. Este tipo de estrategias están destinadas a:

  • Estimular la maduración de las coordinaciones motrices de los órganos buco- fonatorios del niño/a ya que la articulación correcta de un determinado fonema exige la sincronización de movimientos muy precisos.
  • Facilitar el reconocimiento de los estímulos sonoros (percepciones auditivo-verbales) debido a que una correcta producción requiere una buena percepción del habla. 

Así pues, no se trata de corregir las dislalias, ya que en estos casos no se plantea una intervención formal como tal, sino que más bien se ha de preparar al niño/a para que los errores articulatorios que son normales en edades tempranas sigan un proceso de recuperación espontánea adecuado. Además, también es una forma de detectar las verdaderas patologías para que puedan ser tratadas lo más tempranamente posible. 

A continuación, se muestra un vídeo donde se explican algunos ejercicios que pueden ser aplicados en fases tempranas para evitar la cronificación de las dificultades articulatorias:






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